¿Por qué un enfoque decolonial?
Migrar nos llena de preguntas: ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? Para Daniela Brito, estas inquietudes la llevaron a cuestionar las narrativas dominantes en la literatura: “Habiendo estudiado literatura en Latinoamérica de manera formal, la mayoría de las lecturas que realicé siempre eran de hombres blancos europeos”. Frente a esto, surge una necesidad: leer desde otro lugar, recuperar voces que han sido históricamente marginadas y compartir esa experiencia en comunidad.
Memoria, identidad y resistencia en la literatura
El taller propone una lectura diversa, explorando distintos géneros y formas de narrar. “Una forma de mediar la lectura y derribar los mitos que la suelen envolver es justamente ‘leer de todo’”, dice la tallerista. Sin embargo, hay un punto de encuentro que une todas las obras elegidas: la experiencia de ser latinoamericanx desde una mirada no hegemónica. “Ser latinoamericana, mujer o disidencia inevitablemente nos lleva a abordar temáticas en común, como la identidad, el cuerpo y el cuerpo como lugar de resistencia”.
Lectura y diálogo para reescribir la historia
Si bien la lectura suele ser una experiencia íntima, este taller la transforma en un acto colectivo. “Socializar nuestra lectura y releer en comunidad subvierte este ejercicio individual. Nos conecta con la cultura oral y con las narrativas que se daban en comunidad”, explica Daniela. En este espacio, el intercambio nos ayuda a construir nuevos sentidos y desafiar las historias impuestas.
Más que leer, es conversar con la historia y el presente
Gabriela Mistral decía: “Leer es conversar con los ausentes, es dialogar con los sabios de otros tiempos”, pero Daniela agrega una pregunta fundamental: “¿Qué pasa si además conversamos con los presentes y aprendemos de su sabiduría?”