El cambio en las historias de vida
Una cadena infinita
Dice Chakir –ex alumno de Cuinant Oportunitats, y actual cocinero del Mescladís del Pou-, que Mescladís es una puerta muy grande, por la que ha pasado mucha gente y le ha cambiado la vida, “de un extremo a otro”, pero aún queda mucho camino por recorrer en esta “cadena infinita”.
Mientras seguimos andando, comparte con nosotros la alegría de estos testimonios, historias de ex alumnos ahora integrados en un espacio laboral digno, con condiciones justas y una formación acorde. Personas con distintas culturas, diferentes orígenes y formación, diferentes modos de mirar y entender al otro.
"En Mescladís me han dado la voluntad para hacer la formación (...) y me dijeron vamos a trabajar juntos, y vamos a luchar juntos para que todo salga bien. Estuvieron detrás mio, enséñandome poco a poco, desde cortar una cebolla. Aprendí que en esta vida nunca, nunca, nunca hay que bajar los brazos, siempre tenemos que luchar". Idrissa trabaja hoy en el Restaurante CheeseMe.
"El tema de los papeles me ponía muy nervioso, no tenía tranquilidad, me costó, fue muy duro atravesar eso. Y en Mescladís me dieron consejos, me dieron la oportunidad, me ayudaron, y desde ahí tuve otra vida (...), tengo la vida abierta para muchas cosas" Aboubacar, ex alumno de Mescladís y hoy cocinero en el Restaurante Doble Zer00
"En las clases con los psicólogos nos abríamos, nos contábamos cosas, nos íbamos a la niñez, fueron muy bonitas esas clases, y saco muchas cosas positivas. Siempre decimos que la vida es dura, pero hay personas que lo han pasado mucho peor y aún siguen adelante. A mi me dio fuerza...(...) En este trabajo aprendí a tratar el estrés (...) siempre voy con una sonrisa. He tratado de aprender a interactuar con los clientes y no sólo verlo como pides, y ya está. El otro día uno me llamó por mi nombre, y me quedé ¿en serio? He descubierto una vocación". Katherine consiguió un contrato de trabajo en Tomoe.
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