Hacia una sociedad implicada
"Si aplicando la ley violas los Derechos Humanos, tienes que cambiar esa ley"
Cuando por estos días vemos el esperpéntico tira y afloja de los países europeos para recibir por cuotas o no a los miles de inmigrantes que lo han dejado todo escapando del horror de la guerra y el hambre, se nos hace obligatorio poner un poco de luz en el tema. Para eso hablamos con Martín Habiague, fundador y director de Mescladís, que nos explica, con claridad absoluta, el origen y la actualidad del fenómeno de la inmigración y su utilización como chivo expiatorio del resto de los males de las sociedad.
“La calidad de nuestras democracias se dirime en la manera en que gestionamos las migraciones”
Te dedicabas a algo que no tenía nada que ver con lo que haces ahora. ¿Qué hacías antes?
Yo estudié sociología y eso está muy vinculado a lo que estoy haciendo ahora. Pero luego la vida te da las vueltas que te da y terminé trabajando en empresas de consultoría, tecnología, implementación de sistemas, en todo lo que tenía que ver con estrategia, cambio organizacional, etc. Seguí en el mismo ámbito hasta que me cansé y quería ver cómo darle la vuelta y regresar a lo que a mí realmente me ‘hacía cosquillas’. El tema migración me parece fundamental. Creo que la calidad de nuestras democracias se dirime en la manera en que gestionamos las migraciones. Y los derechos que les damos o quitamos a los migrantes, se quitan luego al resto de la población.
Entonces aproveché la oportunidad y me vine a Barcelona. Después de unos meses, empecé a armar lo que hoy es Mescladís. Un proyecto que, por un lado, tiene un impacto en gestión de migración y, por otro, genera economía propia porque yo no tenía en mi cabeza la lógica de funcionamiento a través de subvenciones. No lo conocía. Tenía la virtud del que ignora.
¿En qué consiste el proyecto?
El proyecto se desarrolla sobre un programa que llamamos Ciunant Oportunitats donde formamos cocineros y camareros. Generamos itinerarios de inserción sociolaboral. Damos una formación. En su gran mayoría trabajamos con gente en exclusión porque es gente en situación irregular a quienes se les niegan todos sus derechos pero que cumplen los requisitos de arraigo. Hay gente que lleva 5 años, 7, 10… Muchos de ellos han podido solucionar su tema momentáneamente pero, al haber perdido su trabajo, no han podido renovar su permiso y han quedado en la irregularidad nuevamente. Entonces, mediante la formación, abrimos una puerta que hoy en día no se abre, que es la oportunidad de hacer una práctica en una empresa, en un restaurante, en un hotel. A raíz de esa práctica, muchas veces se genera una necesidad en el empleador y de esa manera conseguimos una oferta de empleo que les permite volver a regularizar su situación. Así pasan a tener derechos y tienen un trabajo.
Luego tenemos una línea de trabajo de dinamización barrial, desarrollo comunitario, sensibilización en nuestros temas. Hacemos desde talleres de cocina para niños o para gente mayor en los que podemos viajar por el mundo y conocer otras culturas a través de la comida. También realizamos proyectos con la meta de incidir y aportar un granito de arena que nos permita pensar en un modelo de gestión de las migraciones que no viole permanentemente derechos humanos. Siempre decimos que si aplicando la ley violas derechos humanos (que es lo que pasa hoy en día), te tienes que replantear un cambio de ley. Y no es lo que está pasando. Llevamos 30 años de un modelo perverso, costoso, ineficiente, que no cumple lo que promete, genera exclusión, alimenta las mafias y viola derechos fundamentales.
“Todos los estudios económicos que se han hecho en España y en Europa muestran que la población inmigrante aporta más al Estado de bienestar de lo que consume”
¿La Ley de extranjería no funciona?
Los flujos migratorios no han disminuido porque hayamos puesto vallas mortales en la frontera de Ceuta y Melilla. Y no pueden disminuir porque Europa necesita inmigrantes porque tiene una población envejecida y porque las desigualdades son enormes. Es una lógica perversa que criminaliza la necesidad y genera una situación de exclusión dentro del propio Estado y convierte al Mediterráneo en la fosa común más grande del mundo. Se estima que hay 30 mil personas muertas en el Mar Mediterráneo.
Hablando de situación perversa… ¿Crees que la inmigración sin derechos les conviene a algunos sectores para poder para bajar costes laborales? ¿No solo del inmigrante sino del pueblo en general?
¡Totalmente! Es un modelo funcional a una lógica capitalista perversa. De todos modos yo brego por tratar de llevar este discurso a una lógica transversal. Es válido hacer una analogía con el tema del narcotráfico. La lucha contra el narcotráfico es un modelo totalmente ineficiente, costoso, que genera estados inviables, situaciones de violencia, con unas consecuencias sociales enormes y que no detiene el consumo. Pero se sigue manteniendo y cuenta con un consenso social que lo sostiene. Pero tienes una revista conservadora como The Economist que hace más de 20 años que viene publicando informes pidiendo la legalización de las drogas porque considera totalmente inviable el actual sistema represivo. Lo que pide es un control por parte de los Estados de lo que es la comercialización de drogas para anular las terribles consecuencias que tiene este modelo.
“El propio sistema genera criminalidad”
Esta situación es comparable con el tema de las migraciones. Tenemos que acabar con los intereses que están detrás de estas políticas. Generar un consenso transversal que defienda el derecho humano a migrar y nos permitamos pensar y poner en marcha políticas migratorias fundadas en derechos humanos y que protejan a las personas. Dejar de vincular estos temas fundamentales a intereses minoritarios y espurios. Son las mismas empresas las que están detrás de ambos modelos. Por ejemplo, las empresas de seguridad. A esto debemos sumarle el entramado mafioso que se desarrolla alrededor de estos modelos represivos e ineficientes.
De hecho, los dos temas se vinculan en los discursos políticos y medios de comunicación. Si ves las páginas de los diarios, ponen una noticia de narcotráfico con una de inmigración. También la lógica del discurso político vincula estos dos fenómenos. La industria de defensa, venta de armas y las propias administraciones tienen un interés muy grande en que esto siga así aunque hace aguas por todos lados. En tema narcotráfico empiezan a surgir voces diferentes. En América Latina, ex presidentes del arco ideológico variado que hay en el continente empiezan a decir: esto no funciona, tenemos que organizarlo de otra manera. En el tema migración hay muy pocas voces que digan que esto no funciona. En España ninguna. El propio sistema genera criminalidad. Todas estas lógicas son propias de un sistema perverso. A esto, la gente lo ignora. A pie de calle no se sabe. Hay un consenso social para que estas cosas puedan suceder. Para que exista un Centro de Internamiento de extranjeros (CIE), por ejemplo.
Martín Habiague es el Director de la Fundació Ciutadania Multicultural.
¿Y por qué la gente no se entera de estas cosas?
Todo parte de una manipulación mediática, sumado a una cierta ignorancia y a temores que son tribales y que en su conjunto te permiten sostener un modelo al que, para ser aplicado a rajatabla, no le queda otra que violar los derechos humanos.
¿Qué hacéis para que la gente se entere de estas situaciones?
Hemos realizado diversos trabajos comunitarios y de arte social en Barcelona para que se conozcan las historias migrantes de la ciudad. Es fundamental recuperar la memoria migrante. Recordemos que 3 de cada 4 catalanes vienen de fuera de Cataluña. También había una cárcel para inmigrantes en los años 50 que la gente ha olvidado. Era el Pabellón de las Misiones en Montjuïc donde iba a parar la gente que no tenía los papeles de salvoconducto que otorgaba el Franquismo. Una vez que se juntaba gente suficiente para llenar un tren, eran devueltos a su zona de origen. Esta historia se olvidó y sobre ese olvido se construyó un Centro de Internamiento de Extranjeros que es otra cárcel para migrantes, para personas sin delitos, sin derechos, que están en riesgo de ser deportados.
Si le explicas a la gente de aquí esa situación, le das la palabra a los migrantes y haces que se pongan en los zapatos de quienes toman la difícil decisión de emigrar (que es una decisión tan trascendente que sólo el 3% de la población mundial lo hace), lo verán de otra manera. Y de ese 3%, menos del 4% son los que están en Europa. Esa es la dimensión de la que estamos hablando. Magnificarlo es parte de la trampa!
“Los derechos que quitamos a los inmigrantes se quitan después al resto de la población”
¿Se sobre-dimensiona el conflicto y el problema?
¡Totalmente! Es más, la gente tiene una percepción de que la población inmigrante es inmensamente superior a la que es. Hace poco hicieron una encuesta en los países europeos preguntando cuántos inmigrantes creía la gente que había en su país. Todos lo multiplicaban varias veces por más de lo que es realmente.
¿Y eso para qué sirve?
Sirve para defender este sistema de fronteras y el conjunto de intereses que hay detrás.
“Las administraciones no tienen el coraje político de solucionar nuestro verdadero problema, que es la desigualdad”
¿Si eliminamos las fronteras, qué sucedería?
Ese es el debate. Hubo situaciones de eliminación de fronteras en el mundo contemporáneo. Por ejemplo, cuando España, Portugal y Grecia se sumaron a la Unión Europea, el resto de Europa tembló. Dijeron: “¡Estos nos van a invadir!” Había un nivel de desigualdad importante entre esos países y los europeos del norte. Hubo preocupación, pero esa invasión no sucedió. A la gente le gusta vivir con su familia, en un entorno que conoce… No sucedió tampoco cuando se sumaron los países de Europa del Este o en los procesos de descolonización de África.
Esta visión que tiene la gente de ‘nos invaden, hay demasiados inmigrantes’ ¿a qué se debe?
Se debe a una manipulación tanto por el poder político y las administraciones que transmiten los medios de comunicación. Y éstos son instrumentos de poder con intereses en juego para la defensa de este modelo perverso. A partir de ahí, se transmiten estas ideas, esta sensación de invasión, de poner en riesgo mi modo de vida o el sistema de Seguridad Social. Cuando en realidad, lo que sucede es todo lo contrario. Todos los estudios económicos que se han hecho en España y en el resto de Europa muestran que la población inmigrante aporta más al Estado de bienestar de lo que consume. ¡Todos! Incluso quienes están en situación irregular. Porque ellos también pagan impuestos, por ej. el IVA , que se paga por el solo hecho de consumir. Con eso también se financia el sistema de salud. Para que luego venga una ministra de Salud y les quite el derecho a la sanidad con un discurso cínico que lo que hace es criminalizar la pobreza en defensa de sus intereses minoritarios.
“Las migraciones llevan siempre esta paradoja de haber sido siempre necesarias y siempre rechazadas“
¿Cuáles son esos intereses?
Zygmunt Bauman dice algo muy interesante. Las administraciones no tienen el coraje político, no tienen la valentía, el interés de solucionar nuestro verdadero problema, que es la desigualdad. Actúan en defensa de ciertos intereses que no permiten darle solución a los problemas de las mayorías. Entonces, necesitan utilizar ciertos elementos que les garanticen legitimidad política. ¿Cuáles son? La seguridad (en la que se incluye perversamente el tema migratorio). La necesidad de crear un sentimiento de inseguridad en la población que luego les permita aplicar leyes restrictivas (como la ley de seguridad ciudadana, por ej.) y ganarse la confianza a partir de mostrarse como quien pone orden y protege de un problema que, en nuestro caso, no existe. ¿Qué problema de seguridad tenemos en Barcelona? Ya me lo dices…
¿Podría ser el terrorismo islamista?
¿Cuántos muertos ha habido en esta última década por el imperialismo europeo y cuántos por terrorismo islamista?
“Ciudad Migrante”, uno de los proyectos de la fundación que dirige Habiague
¿Qué otros temas se utilizan para manipular la opinión pública?
El otro gran tema es la inmigración que se utiliza como herramienta para ganar legitimidad. Sobre una población que además está excluida, no vota, no tiene influencia. Cuando están excluidos, sin derechos políticos, puedes decir: ‘Mi política es ‘mear en la cabeza de los inmigrantes’ y la gente piensa: está bien… porque estos vienen a robarme el pan… Eso no funciona así. La economía no es como un bizcocho que, si tu vienes y te doy un trozo, la torta se va achicando. La economía es dinámica y la gente que viene de fuera, aporta con su trabajo, trae sus ahorros, abre comercios, arriesga, innova.
También hay necesidades en la población que envejece y requiere de gente joven cuando los niveles de natalidad son muy bajos aquí. Y a esto no te lo digo yo, que no soy nadie. Lo dicen muchos estudios ya sea de la Obra Social de La Caixa o del Banco de Inglaterra, por ejemplo. Necesitamos inmigrantes si queremos mantener nuestro Estado de bienestar.
Las migraciones llevan siempre esta paradoja de haber sido siempre necesarias y siempre rechazadas.
Bauman dice que el tema de la inmigración trabaja sobre miedos elementales. Un inmigrante te pone en situación de inseguridad porque lo desconoces, no sabes cómo reaccionar, no sabes cómo comportarte, no entiendes su idioma o su idiosincrasia. Te hace sentir ignorante. Te pone en situación de fragilidad. Sobre esa situación de fragilidad muy básica y muy humana, ellos montan este discurso y se hacen fuertes y ganan legitimidad política.
Luego hay otros intereses… como la industria armamentística ligada al sistema de seguridad. Las migraciones como problema son la gran mentira de nuestros tiempos.
¿El inmigrante es el único responsable de integrarse?
No me gusta la palabra integrarse. En Mescladís no la usamos. Usamos la palabra ‘acomodación’ que es una palabra rara pero más descriptiva de lo que sucede. Porque el concepto de integración es unidireccional. Yo inmigrante vengo y me integro… incluso demanda asimilación. Y acomodación es algo que realiza toda la sociedad. Tanto la gente de aquí, de toda la vida, como los que llegan. Y cada uno se acomoda a esta situación desde su personalidad, su manera de ser, en relación con los otros.
“Otro mundo es posible, es deseable, es necesario“
¿Qué significa Mescladís?
Mescladís es una palabra aranesa y significa ‘que se puede mezclar’. Al final es la historia de la humanidad. Desde que alguien salió caminando desde África… es nuestra historia, negada desde la pureza del discurso identitario que construye mitos… Estas construcciones que se hacen y defienden valores de pureza de quienes somos… ¡Como si eso no fuese algo en constante construcción y modificación y diverso a rabiar! ¿Qué es el ser español o ser catalán? Mescladis expresa la idea de lo que somos. Ahora somos 16 personas de 10 nacionalidades.
Yo lo armé como una fundación, Ciudadanía Multicultural. Ciudadanía como elemento militante por el tema de la apropiación de derechos que me parece fundamental en el tema de migraciones. Y multicultural porque tenemos que pensar una sociedad transnacional, porque otro mundo es posible, es deseable, es necesario.
¿De qué tenemos que darnos cuenta?
Cuando aplicas la ley y violas derechos humanos, tienes que cambiar la ley forzosamente. Ese es el discurso que intentamos llevar a través de las vivencias de la gente. Nosotros tratamos de hacer que la gente salga de su entorno inmediato y entienda un poco más. Desigualdad y DDHH son las dos claves en las que tenemos que trabajar para lograr una sociedad diferente.-
*DateCuenta es una asociación sin ánimo de lucro formada por un grupo de personas comprometidas con la realidad, en la que proponen opciones y cambios que construyan un verdadero proyecto de vida social.